Radioterapia para el cáncer colorrectal

Los médicos utilizan distintos tipos de radioterapia para tratar tanto el cáncer de recto como el de colon. Recibir tratamiento con quimioterapia al mismo tiempo puede hacer que la radioterapia sea más eficaz para algunos cánceres colorrectales.

¿Qué es la radioterapia? ¿Cómo funciona para tratar el cáncer?

La radioterapia es una forma de tratamiento contra el cáncer que utiliza rayos de alta energía para destruir las células cancerosas. Las células del cuerpo normalmente crecen y se dividen para formar nuevas células. Las células cancerosas crecen y se dividen más rápido que las células normales, lo que puede crear tumores. La radiación daña el ADN dentro de las células. Cuando las células están dañadas, dejan de crecer y dividirse y finalmente mueren.

imagen de video de radioterapia
hombre recibiendo radiación

Radiación para el cáncer rectal

La radioterapia es un tratamiento común para el cáncer de recto. Se utiliza antes o después de la cirugía y, por lo general, junto con la quimioterapia.

Se puede utilizar antes de la cirugía (terapia neoadyuvante) para reducir el tamaño de un tumor y facilitar su extirpación, o después para destruir células cancerosas que no se pueden extirpar con cirugía.

Los tumores rectales que reaparecen en la pelvis después de la radioterapia pueden volver a tratarse con radiación.

La radioterapia también se puede utilizar para aliviar los síntomas del cáncer rectal avanzado, como dolor, sangrado u obstrucciones intestinales.

Tipos de radiación

Efectos secundarios de la radioterapia

Hable con su médico sobre los posibles efectos secundarios de su régimen de radioterapia antes de comenzar el tratamiento para saber qué esperar. La mayoría de los efectos secundarios desaparecen poco después de terminar el tratamiento, pero algunos pueden no desaparecer por completo. Pregúntele a su médico sobre cualquier efecto secundario duradero.

Los posibles efectos secundarios de la radioterapia para el cáncer colorrectal pueden incluir:

  • fatiga
  • Irritación de la piel, que va desde enrojecimiento hasta ampollas.
  • náusea
  • diarrea
  • deposiciones dolorosas
  • heces con sangre
  • pérdida de heces (incontinencia intestinal)
  • ardor o dolor al orinar
  • frecuencia urinaria
  • sangre en la orina
  • Problemas de salud sexual (disfunción eréctil en hombres e irritación vaginal en mujeres)
  • cuestiones de

Tu fertilidad:

Si está planeando tener un hijo, hable con su médico antes de comenzar el tratamiento sobre sus opciones para preservar la fertilidad.

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