Actividad física durante y después del tratamiento del cáncer colorrectal

Es posible que necesite hacer menos ejercicio de lo habitual o con menor intensidad durante y después del tratamiento contra el cáncer. El objetivo es mantenerse lo más en forma posible.

mujer corriendo

¿Con qué frecuencia debo hacer ejercicio?

La Sociedad Estadounidense del Cáncer recomienda que los sobrevivientes de cáncer tomen estas medidas:

  • Participa en una actividad física regular.
  • Evite la inactividad y regrese a sus actividades diarias normales lo antes posible después del diagnóstico.
  • Intente realizar ejercicio moderado al menos 150 minutos por semana.
  • Incluya ejercicios de entrenamiento de fuerza al menos 2 días a la semana.
gente caminando

¿Qué es el ejercicio moderado?

Lo que puede ser una actividad de intensidad baja o moderada para una persona sana puede parecer una actividad de alta intensidad para algunos sobrevivientes de cáncer.

Tenga en cuenta que el ejercicio moderado se define como una actividad que requiere tanto esfuerzo como una caminata rápida.

Dos mujeres con las manos sobre la mesa hablando

¿Cuándo desaparecerán los efectos secundarios?

Cada persona es diferente. Muchos efectos secundarios mejoran en unas pocas semanas después de finalizar el tratamiento contra el cáncer, pero algunos pueden durar mucho más tiempo o incluso aparecer más tarde.

La mayoría de las personas pueden aumentar lentamente el tiempo y la intensidad del ejercicio.

Ejercicio durante el tratamiento del cáncer

Hay varias formas en las que el ejercicio regular puede ayudarle mientras recibe tratamiento:

  • Mantener o mejorar sus capacidades físicas (qué tan bien puede utilizar su cuerpo para hacer cosas)
  • Mejora el equilibrio y reduce el riesgo de caídas y fracturas de huesos.
  • Evita que los músculos se desgasten debido a la inactividad
  • Reducir el riesgo de enfermedades del corazón
  • Disminuir el riesgo de osteoporosis (huesos débiles que tienen más probabilidades de romperse)
  • Mejora el flujo sanguíneo a las piernas y reduce el riesgo de coágulos sanguíneos.
  • Hacer que usted sea menos dependiente de los demás para obtener ayuda con las actividades normales de la vida diaria.
  • Mejora tu autoestima
  • Reducir el riesgo de estar ansioso y deprimido
  • Disminuir las náuseas
  • Mejora tu capacidad para mantener contactos sociales
  • Disminuir los síntomas del cansancio (fatiga)
  • Ayudarle a controlar su peso
  • Mejorar su calidad de vida
Senderismo en grupo al atardecer

Haga ejercicio cuando esté libre de enfermedades o con una enfermedad estable

Durante esta fase, la actividad física es importante para la salud general y la calidad de vida. Incluso puede ayudar a algunas personas a vivir más tiempo.

Existe cierta evidencia de que alcanzar y mantener un peso saludable, comer bien y ser físicamente activo puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir un segundo cáncer, así como otras enfermedades crónicas graves.

Consejos importantes para hacer ejercicio

  • Ya sea que recién esté comenzando a hacer ejercicio o que continúe haciéndolo, asegúrese de consultar con su médico sobre su capacidad y resistencia durante el tratamiento y después, antes de comenzar cualquier programa de ejercicios.
  • Mantenga a su equipo de atención informado sobre su nivel de actividad y ejercicio durante todo su tratamiento.
  • Algunas personas pueden comenzar o mantener de forma segura su propio programa de ejercicios, pero muchas obtendrán mejores resultados con la ayuda de un entrenador personal, un fisioterapeuta o un fisiólogo del ejercicio.
  • Informe siempre a la persona con la que trabaja sobre su diagnóstico de cáncer y sobre las limitaciones que tenga. Estos profesionales especialmente capacitados pueden ayudarle a encontrar el tipo de ejercicio adecuado y seguro para usted. También pueden ayudarle a determinar con qué frecuencia y durante cuánto tiempo debe hacer ejercicio.
  • Para quienes padecen cáncer que se ha propagado a los huesos u osteoporosis (adelgazamiento de los huesos), o problemas como artritis o neuropatía periférica (entumecimiento en las manos o los pies), la seguridad y el equilibrio son importantes para reducir el riesgo de caídas y lesiones. Es posible que necesiten un cuidador o un profesional de la salud que los acompañe durante el ejercicio.

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