Consejos dietéticos para prevenir el malestar intestinal

Una lectura obligada para todos los pacientes, sobrevivientes y cuidadores de cáncer de colon y recto. Conozca lo que recomiendan los expertos en nutrición para prevenir el malestar intestinal.

Hombre agarrándose el estómago con dolor

¿Cómo puede mi dieta ayudar a prevenir el malestar?

Ya sea que sea un paciente, un sobreviviente o un cuidador, estamos aquí para brindarle conocimientos y consejos prácticos para mantener su bienestar y minimizar las molestias en las regiones intestinales. Aquí encontrará algunos consejos dietéticos y una lista de recetas que lo ayudarán.

¿Cómo puede ayudar la fibra?

  1. Elija cereales integrales, frutas y verduras. Los estudios demuestran que comer más fibra después de un diagnóstico de cáncer colorrectal no metastásico puede mejorar el pronóstico. La fibra y los cereales integrales pueden ayudar a la recuperación del cáncer colorrectal. Los dietistas recomiendan consumir 30 gramos de fibra al día.
  2. Los estudios muestran que comer más fibra, particularmente fibra de cereales, puede reducir la inflamación y mejorar la función endotelial, los perfiles lipídicos y la sensibilidad a la insulina (todas complicaciones comunes del cáncer colorrectal).
     
  3. Algunos pacientes no pueden tolerar dietas ricas en fibra debido al estreñimiento o a la irregularidad intestinal. Los suplementos de fibra pueden servir como alternativa a los alimentos ricos en fibra y vienen en muchas formas. El alivio a corto plazo del estreñimiento y la irregularidad intestinal son razones comunes por las que las personas usan suplementos de fibra.
    • Considere la inulina. La inulina es uno de los tipos de fibra prebiótica, lo que significa que modifica la población bacteriana del colon. Esto es importante porque estas bacterias digestivas desempeñan un papel fundamental en la absorción de nutrientes e incluso en la producción de hormonas relacionadas con la ansiedad y el apetito. La inulina se puede encontrar en comprimidos masticables (100 % fibra soluble).
    • Metilcelulosa. Otra fibra soluble común es la metilcelulosa, que se elabora a partir de celulosa, una estructura importante en las plantas. Se diferencia del psyllium porque no es fermentable, lo que significa que es probable que produzca hinchazón y gases. La metilcelulosa se encuentra comúnmente en forma de polvo o comprimidos (fibra 100 por ciento soluble). También se vende como espesante y emulsionante, y solo se disuelve en líquido frío.
    • Psilio. El psyllium, también llamado ispágula, se obtiene de las cáscaras de las semillas de la planta Plantago ovata. Contiene un 70 por ciento de fibra soluble, lo que significa que puede ayudar a aumentar la sensación de saciedad y retardar la digestión. También contiene algo de fibra insoluble, por lo que pasa por el intestino relativamente intacto, lo que proporciona volumen y ayuda a mantener la regularidad intestinal. Las investigaciones han demostrado que el psyllium (que se encuentra más comúnmente como Metamucil) puede aliviar los síntomas dolorosos asociados con el síndrome del intestino irritable (SII), la enfermedad de Crohn, las hemorroides y las fisuras anales.
    • Dextrina de trigo. La dextrina de trigo, que se vende con mayor frecuencia bajo la marca Benefiber, es un subproducto de la planta de trigo. No tiene sabor y se puede disolver tanto en líquidos fríos como calientes. También se puede utilizar para cocinar y no se espesa. Como la mayoría de las fibras solubles, también ayuda a regular la digestión y estabilizar el azúcar en sangre. También contiene menos de 20 partes por millón de gluten, por lo que se la etiqueta como “sin gluten”.

¿Qué pasa con los lácteos?

  1. Los estudios han demostrado que el consumo de productos lácteos ricos en calcio, leche y calcio en la dieta reduce el riesgo de cáncer colorrectal. Los dietistas recomiendan consumir de 1 a 3 porciones de productos lácteos al día. Para los pacientes con cáncer colorrectal que no toleran los productos lácteos, los suplementos de calcio son una de las opciones alternativas disponibles, generalmente entre 800 y 1200 mg/día, mejor con magnesio agregado para reducir el riesgo de estreñimiento.
  2. El consumo de productos lácteos ofrece beneficios para la salud, especialmente una mejor salud ósea. Aportan nutrientes vitales para la salud y el mantenimiento del organismo. Entre estos nutrientes se encuentran el calcio, el potasio, la vitamina D, la vitamina A, la vitamina B12, el zinc, la colina, el magnesio, el selenio y las proteínas.
    1. El calcio se utiliza para formar huesos y dientes y para mantener la masa ósea.
    2. Las dietas ricas en potasio ayudan a mantener una presión arterial saludable.
    3. La vitamina D ayuda a mantener niveles adecuados de calcio y fósforo, que ayudan a formar y mantener los huesos. La leche fortificada con vitamina D es una buena fuente de este nutriente.
    4. Los productos lácteos bajos en grasa o sin grasa aportan poca o ninguna grasa sólida.
  3. Muchos quesos, leche entera y productos elaborados con leche entera tienen un alto contenido de grasas saturadas. Para ayudar a mantener niveles saludables de colesterol en sangre, limite la cantidad de estos alimentos que consume. Además, una ingesta elevada de grasas hace que sea difícil evitar consumir más calorías de las necesarias.
  4. El calcio desempeña un papel muy importante en el organismo. Es necesario para el funcionamiento normal de los nervios, las células, los músculos y los huesos. Si no hay suficiente calcio en la sangre, el cuerpo tomará calcio de los huesos, debilitándolos. Tener la cantidad adecuada de calcio es importante para desarrollar y mantener huesos fuertes. Si no puede obtener suficiente calcio de los alimentos, hable con su equipo médico o dietista sobre la posibilidad de tomar un suplemento de calcio (comprimido de 600 mg).

¿Cómo afecta el consumo de azúcar a mi salud?

  1. El azúcar es una fuente importante de carbohidratos y energía, sin embargo, los dietistas recomiendan que los pacientes con CCR limiten el consumo de azúcar a 24 gramos o menos por día para mantener una buena salud.
  2. Algunas investigaciones sugieren que los niveles de triglicéridos, glucosa e insulina están asociados con el riesgo de cáncer de colon y/o supervivencia al cáncer colorrectal, y que las dietas ricas en azúcares simples aumentan el riesgo de cáncer de colon. Algunos hallazgos han demostrado que los azúcares en la dieta pueden aumentar el riesgo de cáncer de colon.
  3. Los expertos recomiendan limitar los alimentos con jarabe de maíz con alto contenido de fructosa y azúcar añadido. Es importante recordar el equilibrio y la moderación en la dieta.

¿Cómo deben integrarse las vitaminas y los suplementos en mi dieta?

Existen muchas vitaminas y suplementos disponibles que se utilizan para tratar o reducir los síntomas del cáncer colorrectal, pero la mayoría de ellos carecen de respaldo científico. Las principales organizaciones contra el cáncer no recomiendan vitaminas ni suplementos dietéticos para reducir el riesgo de cáncer o de recurrencia del cáncer. A continuación, se presentan algunos suplementos que tienen cierta evidencia de eficacia y ninguna evidencia de daño. Puede compartir esto con su médico y preguntarle si debería considerar algún suplemento junto con una dieta saludable. No comience a usar ninguna de estas vitaminas o suplementos sin consultarlo con su equipo médico.

  1. Beta-glucanos. Los betaglucanos pueden reducir el colesterol en sangre al impedir la absorción del colesterol de los alimentos en el estómago y los intestinos (cuando se toman por vía oral). Cuando se inyectan, los betaglucanos pueden estimular el sistema inmunológico al aumentar las sustancias químicas que previenen las infecciones. Las primeras investigaciones sugieren que tomar un producto específico que contiene betaglucanos, inositol y enzimas digestivas reduce el dolor, la hinchazón y los gases, pero no otros síntomas del síndrome del intestino irritable. Al aumentar el sistema inmunológico, los betaglucanos pueden disminuir la eficacia de los medicamentos que lo debilitan.
  2. El magnesio. Las investigaciones muestran que comer más alimentos con magnesio está relacionado con un menor riesgo de cáncer de colon y recto. Otras investigaciones sugieren que el magnesio podría reducir el riesgo de cáncer de colon, pero no el de cáncer de recto.
  3. Ajo. Las investigaciones muestran que comer más alimentos con ajo está relacionado con un menor riesgo de cáncer de colon y recto. Otras investigaciones sugieren que el ajo podría reducir el riesgo de cáncer de colon, pero no el de cáncer de recto.
  4. Cúrcuma. Las primeras investigaciones sugieren que tomar un producto específico que contiene extracto de cúrcuma y extracto de cúrcuma de Java podría estabilizar algunas medidas del cáncer de colon, pero se debe evitar durante la quimioterapia, la radioterapia o las terapias anticoagulantes. También hay evidencia preliminar de que tomar curcumina, una sustancia química presente en la cúrcuma, diariamente durante 30 días puede reducir la cantidad de glándulas precancerosas del colon en personas con alto riesgo de cáncer.

Receta destacada: batido para bajar de peso

Ingredientes:

  • 1/2 taza de leche o leche vegetal
  • 1 plátano grande
  • 1 / 2 taza de avena
  • 1/2 cucharada de mantequilla de maní natural suave
  • una pizca de canela

Instrucciones: Licue hasta que quede suave.

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