El Fondo de Acceso

Luchar por una vida más justa: luchar contra el cáncer en estadio IV y abogar por el cambio

En enero de 2023, tenía 43 años y recibí el diagnóstico que puso nuestro mundo patas arriba: cáncer de colon en etapa IV. Era más joven que lo que indicaban las recomendaciones de detección y el diagnóstico se consideró terminal. Así comenzó un proceso de lucha contra lo que tenía que luchar: el cáncer, Y contra lo que no debería tener que luchar: la burocracia Y las innumerables barreras para acceder a la ciencia más prometedora. 

Y, sin embargo, me considero afortunada. Suena gracioso decirlo, pero tengo buenos amigos profundamente conectados con el sistema médico y las fronteras emergentes de la ciencia que la mayoría de las personas que enfrentan mi diagnóstico ni siquiera saben que existen. Y, aun así, la realidad de las barreras que enfrentan otros siempre está ahí; solo somos más privilegiados en cuanto a cómo podemos lidiar con ellas. Tenía un mal seguro médico cuando me diagnosticaron. Pasé el día de mi tomografía computarizada de diagnóstico tratando de casarme con mi prometido, para poder entrar en su plan. He visto las facturas fluctuar de $10,000 a $27,000 a $600 porque tuvimos la capacidad de hacer preguntas y luchar en este frente. 

Mi oncóloga sugirió retrasar algunas pruebas que resultaron ser fundamentales para mi atención médica (y para saber si mi hija de 15 años corría mayor riesgo) debido a los protocolos de los seguros. También recomendó obtener segundas opiniones en lugares donde se estudia mi mutación mortal en particular. Esto significaba vuelos en avión, mudanzas y alquilar casas y apartamentos a amigos, y estar lejos de mi hija porque no hay una buena atención médica donde vivimos.

Es peor para casi todos los demás. Todos aquellos que intentan recibir atención médica mientras trabajan a tiempo completo, que no pueden permitirse viajar o trasladarse para ver a los expertos, que están atrapados en centros de salud rurales, que tienen un color de piel que hace que algunos médicos no los escuchen, que no tienen mis amigos ni mi tranquilidad para hablar.

No tiene que ser de esta manera.

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Aumento del acceso

El cáncer colorrectal tiene una tasa de supervivencia superior al 90% con detección y tratamiento tempranos, pero las disparidades limitan el acceso a pruebas de detección y tratamiento equitativos para muchos, en particular los estadounidenses negros, los indígenas estadounidenses/nativos de Alaska (AI/AN) y los estadounidenses desfavorecidos, que se ven afectados de manera desproporcionada por la enfermedad.

La Alianza contra el Cáncer Colorrectal se compromete a derribar las barreras a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento para todas las personas en riesgo. Estamos orgullosos de unirnos a la Alianza en el lanzamiento de su primera gran iniciativa de relaciones gubernamentales, cuyo objetivo es:

• Garantizar la financiación adecuada para abordar de manera significativa el acceso a la atención sanitaria.
• Garantizar que todos tengan acceso a la mejor ciencia.
• Apoyar la participación en la investigación y abordar las brechas de acceso para las comunidades marginadas.
• Mejorar las experiencias y los resultados de los pacientes.

Solicitamos su apoyo para cerrar la brecha entre aquellos que pueden combatir esta enfermedad con acceso completo y aquellos que luchan por obtener incluso el tratamiento básico.