Paul Weigel, autor de Iron Dad, y su hija
Blog

Paul Weigel: Desafiando un diagnóstico en etapa avanzada

Paul Weigel, autor de Iron Dad, y su hija

Hace once años, a los 43 años, Paul Weigel era un ávido corredor de maratones y triatleta que parecía la viva imagen de la salud. Sin embargo, detrás de sus impresionantes tiempos de carrera y su resistencia atlética se escondía una serie de síntomas que no fueron tratados durante demasiado tiempo. 

“Tenía sangre en las heces, problemas gastrointestinales y fatiga”, dijo. “Pero tenía entre 30 y 40 años, y los médicos lo atribuyeron a hemorroides, lesiones durante el entrenamiento o estrés. No encajaba en el molde típico del cáncer colorrectal”.

Cuando los médicos descubrieron un tumor en la unión del recto y el colon de Paul, este bloqueaba casi por completo sus intestinos. Le diagnosticaron cáncer colorrectal en etapa III. La sorpresa fue abrumadora. 

“Justo antes de la colonoscopia, basándose en los análisis de sangre, mi equipo médico me dijo: 'No tienes cáncer'”, dijo Paul. “Pero luego me desperté y mi vida cambió drásticamente”.

Paul comenzó a recibir quimioterapia oral y radioterapia de inmediato. Las manchas persistentes en el hígado y los pulmones le causaron preocupación durante casi una década. 

“Siempre sentí que podía volver”, dice. “Cuando un compañero deportista al que le diagnosticaron cáncer en estadio IV sufrió una recidiva, murió a los cuatro meses. Había mucho miedo”.

Aun así, Paul se negó a dejar que el cáncer lo definiera. Impulsado por su hija recién nacida (de quien temía que creciera sin recuerdos de él), Paul se desafió a sí mismo a completar un triatlón Ironman. 

“Nadé, anduve en bicicleta y corrí con los medicamentos de la quimioterapia en una mochila”, dijo Paul. “Quería que mi hija tuviera un recuerdo imborrable de mí terminando un Ironman, sabiendo que su padre no se daba por vencido”.

Hoy, Paul está libre de cáncer. A medida que su hija fue creciendo, comenzó a hacerle preguntas sobre su lucha por la supervivencia. En respuesta, recopiló sus notas en un libro, “Iron Dad: la historia de un sobreviviente de cáncer que descubrió fuerza, vida y amor a través de la paternidad” (Una parte de las ganancias de las ventas beneficia a la Alianza). Inicialmente, el libro estaba destinado únicamente a los ojos de su hija, pero se ha convertido en una poderosa historia de esperanza y perseverancia. 

Paul también vio una verdad inquietante: incluso una década después, muchos adultos jóvenes y sus médicos todavía pasan por alto las señales de advertencia del cáncer colorrectal. 

“Es horrible que la gente muera simplemente porque no se entablan conversaciones”, afirma.

El viaje de Paul es una prueba de que el cáncer colorrectal no es una enfermedad que sólo afecta a las personas mayores. También es un recordatorio de que debemos acabar con el silencio, especialmente entre los hombres que evitan hablar de los síntomas gastrointestinales o temen el estigma percibido de las colonoscopias. 

El consejo de Pablo es claro.

“Sea su propio defensor”, dijo. “Si siente que algo no está bien, insista para que le hagan la prueba, haga las preguntas que necesite. Podría salvarle la vida”.

 

Recursos principales