Cómo la recuperación del cáncer de colon afectó la salud mental de Alexa

Contribuido por Alexa Morell

Parece que fue ayer cuando vivíamos el sueño. 

Me sentí muy afortunada de tener una familia y un hogar hermosos, una carrera exitosa y sentirme y verme muy saludable. Y luego todo se vino abajo cuando descubrimos que no solo tenía cáncer, sino que se consideraba que estaba en etapa IV. 

Por lo general, soy una persona bastante optimista y siempre trato de seguir adelante. Incluso durante mi traumática experiencia con el cáncer de colon, no fue hasta un año después que la depresión y la ansiedad me golpearon como una tonelada de ladrillos. Cuando pasas de un tratamiento a otro, no hay tiempo para concentrarte en tu salud mental. Estaba completamente concentrada en ceñirme al plan y tratar de mantener una actitud positiva durante todo el proceso. 

No me desmoroné realmente hasta después de entrar en remisión. Curiosamente, me sentí cómoda con los tratamientos activos y los controles frecuentes. Cuando dejé de hacerlo, me preocupaba constantemente que el cáncer volviera. Es como una reacción tardía. Una vez que las cosas empezaron a calmarse y se convirtió en un juego de espera, todos los pensamientos del pasado, por mucho tiempo que hubiera pasado, salieron a la superficie. Fue entonces cuando supe que necesitaba hacer más por mí misma.

Entre mi medicación para la ansiedad, el yoga, la meditación y varios tipos de terapia, ahora me siento más yo misma de nuevo. Hablo con un terapeuta cada dos semanas, asisto a un grupo de apoyo para adultos jóvenes con cáncer, voy a terapia musical y acabo de empezar una serie de meditación consciente. Mis sesiones son virtuales en este momento y, aunque me gustaría que fueran en persona, todavía se pueden recibir excelentes tratamientos y terapias de conversación a través de una videollamada.

También he encontrado muchas comunidades amigables en Facebook en línea, como Nación de la Esperanza Azul y Colontown. El apoyo que encuentro en estos grupos me hace sentir mucho menos sola. ¡Siempre me están animando! 

Pero es tan importante centrarse en su salud física como en su salud mental.  

Compré mi Peloton el año pasado y ha sido muy terapéutico para mí, tanto física como mentalmente. Hay muchos tipos diferentes de ejercicios de bajo impacto que son perfectos para la recuperación después de los tratamientos. Lo bueno es que puedes hacer lo que te resulte cómodo. Normalmente hago clases de 20 a 30 minutos. Otro aspecto genial es la comunidad de Peloton en Facebook llamada Guerreros contra el cáncer de Peloton que está llena de personas afectadas por el cáncer y quiere apoyo durante las clases de Peloton. Si estás interesada en andar conmigo, mi tabla de posiciones es “MamaMorell”.

Creo sinceramente que mantener una actitud positiva, tener una fe fuerte y conservar cierta sensación de normalidad me han salvado. He documentado toda mi batalla en Instagram y Facebook con la esperanza de que mis palabras puedan ayudar aunque sea a unas pocas personas que estén pasando por algo similar. Siempre me inspiran todos los luchadores contra el cáncer colorrectal que sigo conociendo en el camino. Quiero que sepan que rezo por todos los que luchamos contra esta horrible enfermedad. ¡Espero que podamos ver una cura en nuestras vidas!

Alexa Morell es una esposa de 30 años, madre de un niño pequeño, vendedora y defensora y luchadora contra el cáncer colorrectal de aparición temprana en etapa IV. Puedes seguirla en Instagram aquí.