La detección del cáncer colorrectal mediante una simple extracción de sangre tiene el potencial de transformar las tasas de detección. Es un método no invasivo y se puede realizar como parte de los análisis de sangre de rutina para otras afecciones, como el colesterol alto. Sin embargo, si bien los análisis de sangre están aprobados por la FDA, Medicare no los cubre y no lo hará hasta que sean recomendados por el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos (USPSTF). La Alianza insta al USPSTF a evaluar los datos de los análisis de sangre y emitir un informe actualizado.

Este programa federal destinado a aumentar la tasa de detección lo llevan a cabo los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Este exitoso programa recibió una financiación de solo 43 millones de dólares en 2021, no experimentó ningún aumento en 2022 y está previsto que reciba 48 millones de dólares en 2023, según el presupuesto del presidente Biden. Al igual que con el Instituto Nacional del Cáncer (NCI), la Alianza abogará por que el Programa de Control del Cáncer Colorrectal reciba un aumento en 2024 que, al menos, supere la tasa de inflación.

Estados Unidos es el único país industrializado que no ofrece atención sanitaria universal. Hoy en día, 31 millones de estadounidenses no tienen seguro médico y otros tienen un seguro insuficiente. Para muchos, recibir atención sanitaria de calidad puede suponer una pesada carga financiera. El acceso al seguro es un predictor clave de los resultados sanitarios. En el caso del cáncer colorrectal, las personas sin seguro tienen más probabilidades de no hacerse pruebas de detección, de que se les diagnostique en una fase avanzada y de morir. La Alianza aboga por una legislación que aumente el acceso al seguro médico y reduzca los copagos y coaseguros.

La ACA, también conocida como Obamacare, garantiza que los estadounidenses puedan hacerse pruebas de detección del cáncer colorrectal sin tener que pagar nada de su bolsillo. Ha habido repetidos intentos legislativos y legales para anular algunas o todas las protecciones importantes de la ACA, y es probable que esto continúe. La Alianza se opondrá a todos los intentos de reducir las protecciones de la ACA y abogará por la ampliación de la ley.

La segunda fuente más importante de financiación gubernamental para la investigación médica es el Departamento de Defensa (DOD). Si bien el programa ha destinado fondos a ocho tipos de cáncer, el cáncer colorrectal no es uno de ellos, a pesar de ser el segundo más mortal. La Alianza aboga por un programa de investigación del cáncer colorrectal en el CDMRP a partir de un nivel de 20 millones de dólares.

En diciembre de 2022, el Congreso asignó 7.1 millones de dólares para financiar la investigación del cáncer en el NCI, lo que supone un aumento del 2.9 %. Lamentablemente, eso no se mantiene al ritmo de la tasa de inflación del 7.5 %, lo que significa que, incluso con la Cancer Moonshot Initiative de la Administración, Estados Unidos invertirá menos en investigación del cáncer este año que el año pasado. La Alianza aboga por una financiación que, como mínimo, supere la tasa de inflación.

La participación de la industria es vital para avanzar en la investigación del cáncer colorrectal. Al mismo tiempo, el aumento del costo de los medicamentos es insostenible tanto para los pagadores como para los pacientes. La Alianza apoya políticas que equilibren adecuadamente la necesidad de investigación e innovación farmacéutica con el acceso a tratamientos que pueden salvar vidas.